Técnica y origen del raku
En esta entrada de blog vamos a hablar de la técnica cerámica del raku.
Sus orígenes en Japón, muy vinculados a la ceremonia del té japonesa y su evolución por la llegada a occidente de la técnica.
También explicaremos el proceso para realizar una cocción de raku y las consideraciones que se deben de tener para conseguir realizar la técnica con éxito.
Características de la cerámica raku japonesa
Era una cerámica dedicada a fabricar utensilios para su uso en la ceremonia del té, como son: boles para té, jarra de agua, bol de comida, incensario, contenedor de incienso, platos, etc.
Además, eran piezas moldeadas a mano y conformadas mediante cortes con espátula lo que otorgaba a los objetos de unas formas irregulares y un aspecto austero. Los colores más utilizados y apreciados para decorar las piezas eran el rojo y el negro ya que realzaban el aspecto del té.
A diferencia de las técnicas cerámicas tradicionales de Japón en las que las piezas eran cocidas en hornos comunales, el raku se cocía en hornos familiares o de individuos que trabajaban en casa. Esto se debía a que esta técnica necesitaba de una temperatura menor para la creación de las piezas con lo que era factible para la gente tener hornos particulares que alcanzaran esa temperatura sin un consumo excesivo de combustible.
Estas piezas eran muy apreciadas para tomar el té debido a que sus paredes no conducen el calor con lo que permite sostener el bol en la mano sin quemarse además de que no se pierde la temperatura del contenido. También la textura rugosa de los bordes resulta agradable para los labios.
Llegada a occidente de la técnica
El raku llega a occidente a través del inglés Bernard Leach, que conoció la técnica durante una fiesta en un jardín de Japón y le resultó algo chocante, más adelante escribiría un libro sobre cómo realizar la técnica.
El pionero en llevar la técnica a estados unidos fue Warren Gilberson que realizó una exposición en su país en 1939 con piezas que él mismo había realizado con la técnica.
Sin embargo, el que revolucionó la técnica respecto a su concepción original fue Paul Soldner, que únicamente utilizando como apoyo el libro de Leach se aventuró a hacer una cocción de raku y durante el proceso se le ocurrió introducir una de las piezas recién sacadas del horno en unas hojas, con este acto enfría la pieza en atmósfera reductora al contrario de como se realizaría en la técnica tradicional japonesa en el que la atmósfera siempre es oxidante. A esta forma de realizar raku se le llama raku americano y abrió un abanico de posibilidades en cuanto a variedad de vidriados y efectos que se pueden conseguir con la técnica.
Este hecho ha propiciado una evolución constante de la técnica hasta la actualidad, con la que cada vez se realizan piezas de un mayor tamaño necesitando para ello mejoras técnicas tanto en hornos como en la composición de las pastas cerámicas.
¿Cómo se hace una cocción de raku?
A continuación, se explicará paso por paso la realización de una cocción mediante la técnica del raku apoyándonos en imágenes del proceso.
En este caso la técnica empleada es la del raku americano, aunque la única variación que habría que tener en cuenta es que para realizar la técnica tradicional japonesa el enfriamiento se realizaría sin meter la pieza entre materia orgánica.
Calentamiento del horno y decoración de las piezas
El paso previo a la realización del raku es ralizar el esmaltado de las piezas a cocer, que deben de estar previamente bizcochadas.
La cocción de las piezas esmaltadas es de forma rápida, esta debe de llegar a una temperatura entorno a los 900-950ºC antes de retirarlas las piezas del horno en el punto de fundido de los esmaltes al rojo vivo
Hay que tener en cuenta que para que estas piezas no se rompan durante esta técnica deben estar realizadas con un barro especialmente formulado para raku, esto quiere decir que entre sus características deben de estar la de aguantar un alto choque térmico.
Hoy día los proveedores de pastas cerámicas ya venden productos especialmente indicados para la realización de esta técnica, en cualquier caso, alguno de los elementos que deberá contener la pasta (no necesariamente todos a la vez) para que le ayude a aguantar la variación de temperaturas brusca serían: chamota, arena, petalita, espomudeno, talco, sílice, feldespatos, vermiculita, wollastonita, etc.
Extracción de la pieza del horno y reducción del esmalte
Una vez la pieza ha adquirido la temperatura y el esmalte ha fundido del todo se extraerá la pieza, normalmente utilizando unas pinzas para raku, y en el caso del raku americano se introducirá en un cubo metálico con materia orgánica en su interior, como puede ser serrín, hojas, papel o cualquier otra cosa similar.
Una vez introducida la pieza en el cubo se tapará la boca de este, de esta forma se sofocará la llama generada y se producirá una reducción del esmalte al haberse consumido todo el oxígeno en el interior del cubo.
Enfriamiento
Tras mantener la pieza durante un tiempo en el cubo tapado se volverá a sacar con las pinzas y se introducirá en un cubo con agua, de esta forma quedará fijada la reacción química de redución y la pieza estará terminada.